miércoles, 14 de junio de 2017

Matando Sueños

 Mis manos se derriten con el sol
mis manos le pertenecen a otro señor.

El reloj camina
sin mirar atrás,
los sueños de alguna vez
se fueron al salir del horno.

No somos dueños de nada
nunca lo fuimos,
los sueños no volverán
esos bastardos se marcharon.

Las mascaras blancas
inexpresivas,
todas son igual,
yo también.

La rosa que en el cemento creció
se seco con la sombra,

Mi antiguo yo,
el que soñaba con volar,
se fue a la tierra de nunca
jamás.

La cría que fui,
esta empalizada,
se se suicidio
no soporte ver la metamorfosis,
la crisálida vomitada y ensangrentada.

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